¿Qué sabemos sobre el caso de reinfección por SARS-CoV-2 en un paciente de Hong Kong?

El material genético del virus que infectó a esta persona en marzo y en agosto pertenece a dos cepas diferentes. ¿Significa esto que las vacunas que estamos desarrollando no sirven? Recopilamos la opinión de varios expertos

El pasado 24 de agosto se filtró una nota de prensa (antes de que se publicara el estudio científico) sobre el primer caso documentado de reinfección por SARS-CoV-2, que causa la COVID-19, en un hombre de 33 años (sin ningún déficit inmunológico) en la ciudad de Hong Kong. 

En el mes de marzo, este paciente padeció la enfermedad (PCR positiva) con síntomas y fue hospitalizado. Le dieron de alta en abril con PCR negativa. Pero en agosto volvió a dar PCR positiva, esta vez, sin síntomas.  

Lo preocupante del caso es que el material genético del virus que le infectó en marzo y en agosto pertenece a dos cepas diferentes, como publicaron los investigadores en el estudio, aceptado el 25 de agosto por la revista Clinical Infectious Diseases

Estas fueron las conclusiones de los autores: “Los análisis epidemiológicos, clínicos, serológicos y genómicos confirmaron que el paciente tenía una reinfección en lugar de una diseminación viral persistente de la primera infección. Nuestros resultados sugieren que el SARS-CoV-2 puede continuar circulando entre las poblaciones humanas a pesar de la inmunidad colectiva debido a la infección natural o la vacunación. Más estudios de pacientes con reinfección arrojarán luz sobre correlatos protectores importantes para el diseño de vacunas”. 

Este caso (por el momento, aislado) puede darnos algún indicio acerca de cómo funciona la inmunidad, y también ha generado dudas en la población sobre si las vacunas serán viables, dado que el virus podría mutar para ‘escapar’ de dicha inmunidad. Eso sí, aún debemos ser prudentes antes de sacar conclusiones precipitadas. La web Science Media Centre ha recogido la opinión de varios expertos internacionales sobre este caso de reinfección. ¿Qué pistas nos ofrece este caso sobre la inmunidad frente a este coronavirus? 

El doctor Paul Hunter, profesor de medicina de la Escuela de Medicina de Norwich, en la Universidad de East Anglia, cree que el hecho de que las cepas de los virus de marzo y agosto sean genéticamente diferentes “no debería ser demasiado sorprendente”. 

Lo primero que señala el Dr. Hunter es que la intensidad de la respuesta de anticuerpos es diferente entre personas con enfermedad grave o leve. Esto quiere decir que “es probable que las personas con una enfermedad leve tengan una duración de inmunidad más corta que aquellas con una enfermedad grave”. 

Al ser una persona joven, probablemente esto significa que tenía una enfermedad leve y, por lo tanto, se esperaría que tuviera una inmunidad de menor duración”. 

Por otro lado, Hunter señala que las implicaciones de este caso no deben exagerarse: “Es muy probable que las infecciones posteriores no causen una enfermedad tan grave como el primer episodio debido a algún grado de inmunidad residual que puede no ser suficiente para detener la infección, pero sí para reducir el riesgo de enfermedad grave”. 

Tampoco está claro todavía la probabilidad de qué esta persona represente un riesgo para otros.  


Incógnitas 

El Dr. Jonathan Stoye, líder del grupo Laboratorio de interacciones retrovirus-huésped, del Instituto Francis Crick, destaca tres incógnitas críticas con respecto a la infección por SARS-CoV-2

 “¿La infección siempre conduce a una respuesta inmunitaria protectora? Si la respuesta a la primera pregunta es sí, ¿cuánto dura la inmunidad? ¿Puede el virus cambiar (mutar) para escapar de una respuesta inmune inicial?” 

“La reactividad al primer virus, pero no al segundo, podría sugerir la mutación del virus para escapar de las respuestas inmunes”, añade. 


¿Significa esto que las vacunas que estamos desarrollando no sirven? 


Hunter se mantiene prudente: “Este informe no es necesariamente una indicación de que la inmunización puede no ser eficaz. Necesitamos más información sobre este caso y otros casos de reinfección antes de que podamos comprender realmente las implicaciones”.  

Por su parte, el profesor Brendan Wren, profesor de patogenia microbiana de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, enunció lo siguiente: “Es de esperar que el virus mute naturalmente con el tiempo. Este es un ejemplo muy raro de reinfección y no debería anular el impulso global para desarrollar vacunas COVID-19”, concluye. 

El caso de la reinfección, de hecho, podría acentuar aún más la necesidad de obtener inmunidad mediante vacunas, porque éstas potencian el sistema inmunológico, así que darían una protección más contundente.  

Sin embargo, otros expertos no se muestran tan optimistas. El Dr. David Strain, profesor clínico principal de la Universidad de Exeter y presidente del Comité de personal académico médico de la Asociación Médica Británica, apunta a que la reinfección es un hallazgo preocupante por varias razones: “La primera es que sugiere que una infección previa no protege. La segunda es que plantea la posibilidad de que las vacunas no brinden la esperanza que estábamos esperando. Las vacunas funcionan simulando una infección, lo que permite que el cuerpo desarrolle anticuerpos".

"Si los anticuerpos no brindan una protección duradera, tendremos que volver a una estrategia de casi eliminación viral para volver a una vida más normal”, concluye.


 

Referencias:

Science Media Centre

Kelvin Kai-Wang To et al. 'COVID-19 re-infection by a phylogenetically distinct SARS-coronavirus-2 strain confirmed by whole genome sequencing'. 25 August 2020. Clinical Infectious Diseases, ciaa1275, https://doi.org/10.1093/cid/ciaa1275


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